lunes, 22 de agosto de 2016

Sueño #008: Nostalgia

 La primera vez que le conocí, me pareció una persona sencilla y buena. Trataba a todos de forma tan amable y alegre que era inevitable quererle de inmediato. Hace mucho tiempo no le he visto. Pero, nunca faltan las conversaciones a largo y corto plazo, risas y bobadas. Saludos, Zoro-san.

 " Sentía que tenía mucho tiempo sin descansar. No había tocado mi computadora portátil en mucho tiempo. Vague un par de minutos por la Internet. Leía una pagina web de unos tipos que hablaban sobre aliens y otras cosas. Una llamada entrante me distrajo. Zoro-san. El tipico "¿Como estás?" y el "Muy bien, ¿y usted?". Bromear con ser secuestrados mutuamente(1) y hablar de nuestras vidas era una charla básica. Quedamos de vernos por la tarde para distraernos un poco. Me recogió en mi hogar. Se veía muy diferente a la ultima vez que mi Yo consciente lo recordaba. El cabello algo largo, sin barba.
 Caminamos un poco. Varios minutos de charla, pasando por las banquetas de las casas cercanas. Retirándonos poco a poco. Se detuvo silenciosamente en una casa abandonada. Bastante maleza y pasto seco. No había una serca o algo que delimitara su patio trasero o el frente. De el lado derecho, al fondo, podía verse un pequeño kiosko de madera hecho para niños. Decidió acercarse un poco. Apenas y pudo entrar en el. Con el cabello repleto de telarañas y polvo, se sentó. Me invitó a pasar.
 Su mirada se clavó en aquella casa. Con un largo y cansado suspiro, sin mirarme, dijo:

- Yo viví aquí de pequeño. Mi papá me fabricó este kiosko para que jugara con mi hermana. No se me olvida...

El viento apareció. Moviendo las telarañas y cambiando de lugar todo ese polvo. Él permanecía quieto. Perdido en el recuerdo".


(1) La primera vez que lo vi, fue en una convención de anime japonés y video juegos. Pero, las primeras veces que hablamos, fue a través de internet. Teníamos intención de hablar en persona y conocernos mejor. Ahí comenzó la broma de "El secuestrador". No estaba de más bromear al respecto si vas a encontrarte con una persona mayor que tu y que tienen en común algunos gustos. Fue divertido, no me arrepiento. Nos hicimos buenos amigos, y hasta la fecha.