"El centro de juegos era bastante concurrido. Todas las mesas estaban ocupadas, desde la entrada hasta donde podia verse una muy retirada área de máquinas tragamonedas. Un pasillo abierto pero corto. Pasar por seguridad era indispensable, podía sentir el frío tubo detector de metales deslizandose por mi mano.
Él y yo. Visitando a un amigo que trabajaba en el lugar.
Lo encontramos. Una camisa roja de uniforme. Estaba bastante ocupado para atendernos.
Él y yo. Visitando a un amigo que trabajaba en el lugar.
Lo encontramos. Una camisa roja de uniforme. Estaba bastante ocupado para atendernos.
- Si quieren esperen en aquellos asientos, les avisare cuando tenga una mesa libre.
Él, sonriente, tallando pesadamente su mano en mi cabeza, respondió:
- Si. No te preocupes, yo la cuidaré.
Mi cabeza, un nido de pájaros como suelen decir.
El se sentó en un sillón para uno. Lo vi extender sus manos y acomodarse plácidamente. Yo buscaba una silla para acompañarlo. Pero, de espaldas, sentí un tirón, caí: Él había sujetado mi camiseta, tiró de ella hasta que terminé sentada en su regazo. Abrió su holgado suéter, rodeó mi cuerpo, se cargó su quijada en mi cabeza.
El se sentó en un sillón para uno. Lo vi extender sus manos y acomodarse plácidamente. Yo buscaba una silla para acompañarlo. Pero, de espaldas, sentí un tirón, caí: Él había sujetado mi camiseta, tiró de ella hasta que terminé sentada en su regazo. Abrió su holgado suéter, rodeó mi cuerpo, se cargó su quijada en mi cabeza.
- Quedemonos aquí.
Atrapada. Otra vez. Poco a poco, dejé de sentir frío. El calor de su cuerpo, era agradable. En silencio, miraba a los niños jugar.
Un beso. En mi cabeza. Como si cuidara de mi. Sus brazos, me rodeaban con mas fuerza. Lentamente giré mi cabeza hacia el. Pero, besó mi mejilla. Parecía un tonto, mirando hacia otro lado.
Algo casi magnético, me hacia girar poco a poco. Sus labios rozaban mi piel. Poco a poco. Mas cerca. Estabamos temblando. Llegamos a un punto en el que besó la comisura de mis labios.
Era irresistible. Era inevitable. Éramos los dos dejándonos llevar por atracción. Nuestra respiración era más y más pesada. Giré la mitad de mi cuerpo hacia el, tome su mejilla y lo besé. Nos besamos. Solo un beso. Simple, pero infinito...
Nos separamos inmediatamente. Reiamos, pero conscientes de la situación, mintiendo, volviendo a nuestra primera posición, volviendo a ver a los chicos del lugar jugando, lo dejamos claro:
Un beso. En mi cabeza. Como si cuidara de mi. Sus brazos, me rodeaban con mas fuerza. Lentamente giré mi cabeza hacia el. Pero, besó mi mejilla. Parecía un tonto, mirando hacia otro lado.
Algo casi magnético, me hacia girar poco a poco. Sus labios rozaban mi piel. Poco a poco. Mas cerca. Estabamos temblando. Llegamos a un punto en el que besó la comisura de mis labios.
Era irresistible. Era inevitable. Éramos los dos dejándonos llevar por atracción. Nuestra respiración era más y más pesada. Giré la mitad de mi cuerpo hacia el, tome su mejilla y lo besé. Nos besamos. Solo un beso. Simple, pero infinito...
Nos separamos inmediatamente. Reiamos, pero conscientes de la situación, mintiendo, volviendo a nuestra primera posición, volviendo a ver a los chicos del lugar jugando, lo dejamos claro:
- Jaja ¿Que estamos haciendo?
- Eso no esta bien. Eso estuvo mal. ¿No? Jeje
- Claro. Lo esta. Lo esta...
Sus brazos, me abrazaban calidamente mientras escondía su rostro en mi cuello. Podía sentir sus nervios. Realmente, estaba mal. Negro."
- Eso no esta bien. Eso estuvo mal. ¿No? Jeje
- Claro. Lo esta. Lo esta...
Sus brazos, me abrazaban calidamente mientras escondía su rostro en mi cuello. Podía sentir sus nervios. Realmente, estaba mal. Negro."
Lo único que puedo recordar después de ese sueño es: Luché contra un caballero que se habia convertido en rey. En la batalla, mi teléfono celular grabó sonidos accidentalmente. Llegó otra escena en la que lo tomé y reproducia lo recopilado en él. Solo pude escuchar una frase. El caballero/rey. Su voz era profunda:
- Despieeeeerta... Despieeeeertaaaaa....
Abrí mis ojos e inmediatamente escuché el zumbido del motor de una avioneta. Volando sobre mi casa, inmediatamente después de eso, la alarma del teléfono celular de mi padre se activó. Eran las 7:00 am.
Querido lector, aún si me lastimo,
necesito distraerme. Necesito alcohol...
necesito distraerme. Necesito alcohol...