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Termine con 3 o 4 tickets en mi mano. Sentí algo de pena y lastima. Charle un poco,me despedí, sonreí y le di las gracias.
Eso fue hace un año. Este lugar es casi histórico. Era una de mis tiendas favoritas, donde encuentras lo que jamás imaginabas, de esas tiendas especiales que no deberían cerrar jamás. Apuesto que el dueño me amaría o me odiaría por hablar así de ello. O por leer el sueño que tuve al respecto:
" Casualmente pasé por frente de ella, las ventanas estaban cubiertas por tablones y la puerta principal tapizada de cajas pesadas. Se podía escuchar música. Un radio tal vez. Tiendo a ser muy curiosa cuando me topo una casa abandonada, esta vez era la misma necesidad de saciar mi curiosidad. Quité aquellas cajas y entré. Polvo. Por todos lados. Más cajas, los estantes en el sueño. El techo caía a pedazos. El sol entrando entre los tablones era lo único que iluminaba el interior. Podía escuchar la música más claramente. Justo al fondo, en la antigua área de envoltura de regalos, una voz me llamó.
- ¿Que haces aquí? Está cerrado.
El dueño. Su aspecto descuidado lo hacían irreconocible. Me acerqué a él, con mucho cuidado, esquivando las pilas de aquellas cosas convertidas en simple basura con polvo. Hablé con él. Le pregunte sobre porqué seguía viviendo ahí, si se alimentaba, si tenía a alguien más. Sus respuestas eran limitadas, o evadía mis preguntas. Cambiamos de tema. Le hablé de mis planes a futuro(1). Sobre mi plan de negocios, la tienda que yo y el Sr. Nichi estamos haciendo juntos. Mientras, recorrimos todos los rincones, el patio(2), el mostrador, la estantería.
-Te regalo este lugar... Ya no hay nada que pueda hacer por el. Solo dame $50,000 pesos por él.
Lo dijo cabizbajo. Con mucha seriedad. Como si su vida ya no le importara. Seguimos, hasta que me llevo a su oficina. El lugar donde dormía. Había escombros, pedazos de bloque que caían de las paredes. Se desmoronaban. Su cama eran pedazos de cartón. Un mar de polvo. En un rincón, había un ropero, lleno de cosas. Abrí una de sus puertas. El se quedo detrás de ella. Un toca discos. Discos de vinilo y juguetes apilados. Más polvo. Me puse en cuclillas y busque un poco entre aquel montón.
- Te regalo este lugar. Ella me está esperando.
Cerré la puerta del ropero, quería preguntarle a quien se refería, pero ya no estaba. Lo busque por todos lados. Jamás pude encontrarlo".
(1) Actualmente, yo y el Sr. Nichi tenemos un proyecto entre manos. Una tienda. Por el momento, no hay donde establecernos. Así que somos una tienda móvil. Estamos emocionados.
(2) Solo una vez pude ver esa parte de la tienda. Unas compañeras de la preparatoria y yo fuimos a buscar un árbol navideño para la oficina de maestros. No tenían muchos arboles disponibles y nos llevaron a la bodega. Un árbol viejo y desgastado. Nos fuimos con las manos vacías.