Todo ocurrió la misma noche. Todo esta ligado, sigo siendo yo, la misma ciudad, los mismos lazos. Me parece demasiado para tan poco tiempo.
01
"Desde hace semanas paseaba por el centro de la ciudad buscando un lugar en alquiler. Mi meta de tener un negocio fijo estaba por avanzar. Encontré uno. Pequeño, pero no estaba mal. Una gran ventana y una puerta de aluminio con cristal. Perfecto. Pero, seguía en uso. No sabía que era exactamente pero su música, sonaba bastante fuerte. Un gran letrero de "Se Renta" contrastaba con aquel púrpura con machas rojas en las paredes. Me decidí a entrar y preguntar. Al momento que yo empuje la puerta, otra chica también lo hizo. Inmediatamente la miré, ella era bastante familiar. Ella de nuevo, en mi sueño:
- Hey! ¿Que tu no eres Al...?
- Emmm no. No se de quien habla.
- Pero...
- ¿Viene a comprar? ¿A preguntar sobre el lugar?
Estaba sorprendida. En verdad. Pero le hice caso. Y ahí, paradas afuera en la banqueta, e pregunte sobre el sitio. Ella no dejaba de sonreír. Me distraje un poco viendo a un peaton en bicicleta y de la nada, ella desapareció.
02
"La plaza central de la universidad estaba repleta de personas. Entusiasmados por el ultimo combate del Torneo de tae kwon do. La gran final. Para lo que tanto había trabajado y esforzado. Subir escalones. Saludos. Separarme de mi entrenador. Posición de ataque. Mi oponente, una chica. Rubia, algo alta. La desconocía. Como si las batallas anteriores hubiesen sido borradas de mi memoria. Solo eramos las dos y la multitud. Me sentía bastante confiada. Tanto que, fallé. Quería ese punto en su costado. Mi rapidez era la adecuada, igual mi fuerza. Lancé una patada lateral, con tanta emoción, con tanta rapidez, con tanto dolor... Mi pierna flexionada se acalambró unos instantes. Ella tuvo tiempo de apartarse y yo, demasiado tarde, di unos saltos. Estando aún en posición, estire mi pierna y golpee un anuncio de cartón, fuera del cuadrilátero. La campana resonó en mis oídos, había perdido la batalla... Felicité a mi contrincante, tome algo de agua embotella. Rodee la multitud. La persona que amo se encontraba entre ellos, me miró mientras yo continuaba caminando. Por alguna razón, me sentía molesta con él. Dejé que me siguiera mientras me dirigía al campo de baseball. Lejos de todos. Nos detuvimos en una banca, me abrazó, me besó, me felicitó. Rápido. Se recostó en la banca y se quedo dormido. Típico en él.
Me senté a su lado. Era agradable sentir el pasto en mis pies, me senti realmente agotada (1).
Poco a poco, el alboroto se apagaba. "