viernes, 4 de agosto de 2017

Sueño #025: Wake up!!!

  "El centro de juegos era bastante concurrido. Todas las mesas estaban ocupadas, desde la entrada hasta donde podia verse una muy retirada área de máquinas tragamonedas. Un pasillo abierto pero corto. Pasar por seguridad era indispensable, podía sentir el frío tubo detector de metales deslizandose por mi mano.
   Él y yo. Visitando a un amigo que trabajaba en el lugar.
  Lo encontramos. Una camisa roja de uniforme. Estaba bastante ocupado para atendernos.
- Si quieren esperen en aquellos asientos, les avisare cuando tenga una mesa libre.
  Él, sonriente, tallando pesadamente su mano en mi cabeza, respondió:
- Si. No te preocupes, yo la cuidaré.
  Mi cabeza, un nido de pájaros como suelen decir.
  El se sentó en un sillón para uno. Lo vi extender sus manos y acomodarse plácidamente. Yo buscaba una silla para acompañarlo. Pero, de espaldas, sentí un tirón, caí: Él había sujetado mi camiseta, tiró de ella hasta que terminé sentada en su regazo. Abrió su holgado suéter, rodeó mi cuerpo, se cargó su quijada en mi cabeza.
  - Quedemonos aquí. 
  Atrapada. Otra vez. Poco a poco, dejé de sentir frío. El calor de su cuerpo, era agradable. En silencio, miraba a los niños jugar.
  Un beso. En mi cabeza. Como si cuidara de mi. Sus brazos, me rodeaban con mas fuerza. Lentamente giré mi cabeza hacia el. Pero, besó mi mejilla. Parecía un tonto, mirando hacia otro lado.
  Algo casi magnético, me hacia girar poco a poco. Sus labios rozaban mi piel. Poco a poco. Mas cerca. Estabamos temblando. Llegamos a un punto en el que besó la comisura de mis labios.
  Era irresistible. Era inevitable. Éramos los dos dejándonos llevar por atracción. Nuestra respiración era más y más pesada. Giré la mitad de mi cuerpo hacia el, tome su mejilla y lo besé. Nos besamos. Solo un beso. Simple, pero infinito...
   Nos separamos inmediatamente. Reiamos, pero conscientes de la situación, mintiendo, volviendo a nuestra primera posición, volviendo a ver a los chicos del lugar jugando, lo dejamos claro:
- Jaja ¿Que estamos haciendo?
- Eso no esta bien. Eso estuvo mal. ¿No? Jeje
- Claro. Lo esta. Lo esta...
 
  Sus brazos, me abrazaban calidamente mientras escondía su rostro en mi cuello. Podía sentir sus nervios.  Realmente, estaba mal. Negro."
   Lo único que puedo recordar después de ese sueño es:  Luché contra un caballero que se habia convertido en rey. En la batalla, mi teléfono celular grabó sonidos accidentalmente. Llegó otra escena en la que lo tomé y reproducia lo recopilado en él. Solo pude escuchar una frase. El caballero/rey. Su voz era profunda:
- Despieeeeerta... Despieeeeertaaaaa....
Abrí mis ojos e inmediatamente escuché el zumbido del motor de una avioneta. Volando sobre mi casa, inmediatamente después de eso, la alarma del teléfono celular de mi padre se activó. Eran las 7:00 am.
  Querido lector, aún si me lastimo,
necesito distraerme. Necesito alcohol...

miércoles, 2 de agosto de 2017

Sueño #024: Respuesta

"Solos. De pie uno frente al otro. Lo único que podíamos escuchar era el televisor en la sala de estar. Intentábamos reparar algo en la cocina. Pero, nuestro entorno cambió. Tenía calor. De la nada, ppr alguna razón, algo me empujaba suavemente hacia él. Como si algo moviera la barra de la cocineta detrás de mi. Dejándonos en una trampa. Sin salida. Nuestros pechos se unieron de forma suave. El me miró. A los ojos. Su rostro se acercaba a mi. No había escape. Un beso. Abrí mis ojos, sorprendida. Pero el hizo lo mismo. Algo molesto, pero con oscuras intenciones, los entrecerró.
  ¡¡Auch!! Una mordida. Una pequeña mordida en mi labio inferior. Dolió. Eso dolió. Eso me gustó...
  Me aparte de inmediato. La temperatura de mi cuerpo se elevó. Mis oídos, ardían. Seguíamos mirándonos. Yo con cara de molestia.  Él hablo primero:
- ¿Qué tienes? Dime.
Su risa descarada denotaba su nerviosismo. Se estaba haciendo el valiente. Caminó un poco en la cocina, solo para aparentar tranquilidad. Continuó:
- Oie, ¿a que le tienes miedo? ¿Por qué nunca quieres decírmelo? Anda. Dime, ¿a que le tienes miedo?
- No tengo porqué decirlo..."

  Querido lector,  simplemente, esta mal.
El tiempo se acaba.

sábado, 29 de julio de 2017

Sueño #023: Mitosis

   "No sabía su nombre. Solo que se sentaba detrás de mi en clases. Universidad. Siempre me hacia reír, me ayudaba en mis estudios y parecía estar realmente interesado o preocupado por mi. Era un buen chico, listo. Atractivo. Cuerpo de atleta: natación. Los rasgos de su rostro me parecían bastante familiares...
  Durante un receso, mi estómago gruñia de hambre, el area de cafetería se llenaba de estudiantes en un instante, debíamos correr:
- ¡¡¡Si no te das prisa se acabaran los panecillos con fideo!!!
  Me tomó de la mano, jalando de mi brazo para que llegáramos más rápido. Su rostro mostraba felicidad, una sonrisa casi infinita. Se me estremeció el corazón:
- ¿¿Qu- qué  crees que haces?? ¡¡¡Tengo novio!!!
  Dejé de sonreír. Si. Lo tenía. Cursaba 3 semestres arriba de nosotros. Comenze a preocuparme. Volví a mi aula sola. El se quedó merendando en la cafetería.
- Deberías acostarte con él.
  Sentada sobre el regazo de su esposo, con cara de saber sobre los golpes de la vida, mascando goma,  me habló (1). Notó mi preocupación al entrar.
- María-san, eres una calenturienta... Jajaja de hecho si lo eres, !!!ya tienes un hijo!!! Jajaja (2).
  Reí. Enserio. No era un sarcasmo.
- Siendo una ñoña como tú, mejor te diré que lo beses. Así sabrás que es lo que realmente sientes y por quién.
  Me quedé seria. Realmente me hizo pensar..."
   Fue un dia bastante largo. Viernes. No quería levantarme de mi cama. De un momento a otro me quedaba en silencio, viendo a la nada, pensando Pasaban cosas absurdas de la vida cotidiana que habían hecho que me retrasara un poco mas en mis labores. Pensaba, sería la ultima vez que lo vería, antes de mudarse a otro estado del país. ¿Que le diré? Llegó hace unos días a la ciudad. Se irá. Practicas universitarias en uno de esos tantos trabajos más peligrosos del planeta. No le habia visto en mucho tiempo. La mayoría de las veces, hablamos poco en persona, no soy tan parlanchina. Me sentía preocupada. Triste. Feliz. Se turnaban los sentimientos. Llegó la noche. Lo abracé. Un largo rato. Cenamos entre amigos. Hamburguesas, una buena película. Charlas y risas. Caminar. Eramos los 3 merodeando en la ciudad a la 1:30 am. Despedida y buenas noches. Cuando volví a mi cama, recordé las palabras de mi novio, al dejarme en la entrada de mi casa. Con sus párpados algo caídos, y los mios pesados por el sueño, noté la tristeza en su rostro:
- "¿Sería muy egoísta pedir que no se vayan tus amigos?"
  No conozco a nadie mas egoísta que yo. Lloro. Lloro mucho por esto. Pero escucharlo decir eso, me hizo darme cuenta de lo solos que nos hemos quedado. Nuestros amigos, poco a poco, se fueron. No han vuelto de su experiencia con el mundo. Es esa parte dolorosa de la vida que te hace entender que debes madurar. Como todos. No aferrarse a nada porque, llegamos al mundo con nuestras manos vacías.
   Lo veré de nuevo. Tal vez parezca una ultima vez, pero no es así. Volverá. 
  Todos tenemos que obligarnos a madurar para afrontar la vida. Sobre todo yo.
Sobre todo yo....

Querido lector, aún tengo miedo.
(1) María-san es una mujer bastante agradable que conocí en la preparatoria. Se enamoró de un chico de nuestra misma clase. Pasaron muchos años juntos. Después de la universidad, comenzaron su vida en unión libre.
(2) Hace poco tuve la dicha de verlos en un centro comercial. Tuvieron un hijo, era hermoso. Son una bella familia. A pesar de que no los puedo ver a menudo, les tengo mucho aprecio.

jueves, 20 de julio de 2017

Sueño #022: Viaje

"Viajamos en autobús. Fuimos a una cafetería. Caminabamos. Subimos a un tren. Horas y horas de charla. Pero hubo un momento. Uno tan simple. Como si no hubiese nadie más. Odio esto. Un hombre se habia ofrecido a trasladarnos en su camión de una punta a otra de la ciudad. Nos quedamos en la parte trasera. Observando el camino. Cómo todo era dejado atrás y se volvía tan pequeño y lejano.
  Al llegar, yo no podía bajar. Estaba demaciado elevado el auto como para saltar. Él se ofreció a ayudarme. Tomó mi cintura con sus manos. Suavemente, me deslice en ellas, hacia abajo. Dejándome tan cerca.  Solo veía su sonrisa nerviosa escondida en su rostro cabizbajo. Frente a frente, de nuevo.
  ¡Cuánta felicidad habia en nuestras caras!
Continuamos paseando en esa desconocida ciudad, como si ubiesen pasado miles de años, una charla que se volvería a tocar, hasta dentro de otros miles de millones de años más
...".

  Ya no lo sé, no se que es lo correcto. ¿A quién creerle? 
  Querido Lector. Esto. Es una sombra. Una mentira...

martes, 18 de julio de 2017

Sueño #021: Alterno

" Eran ya las 6:00 pm. Después de asistir a clases a la universidad, trabajaba 1 hora como profesora en la preparatoria de a lado (1). El aula suavemente, se iluminaba con el atardecer que entraba por las ventanas. Vacío. Todos ya se habían ido a casa. No tenía un auto, asi que debia tomar un autobús. El único en su ruta , con un tiempo de alrededor de 1 hora 24 minutos para volver a su punto de salida. Tomé mi portafolios, debía apresurarme.
Atravese la entrada de la escuela, de nuevo, lo encontré: La misma ropa de aquella fotografía. Camisa gris y algo de negro. Una mochila en la espalda, caminando con las manos en los bolsillos. Algo formalmente informal. Acaban de terminar sus labores universitarias, se dirigía a su hogar.
  Un saludo. Se lo devolví. Algunos de sus amigos lo llamaban a lo lejos. Él era una persona muy social. Continúe mi camino. Llegué a una parada a esperar el transporte. Pasaron varios minutos. Muchos. Nada. Recibía llamadas de mi madre, una tras otra. Preguntaba mi localización y el porqué de mi retraso, como si fuese la encargada de las líneas de autobuses urbanos de la ciudad y los regañase por dar un pésimo servicio.
  
  "No te creo, date prisa".

  Decía. Y colgaba. El grupo de alumnas de preparatoria que se encontraba detrás , se burlaba de mi entre murmullos. Sus padres las recogían en autos ostentosos, una tras otra se marchaban.

  Estatus: Sin esperanza. Pero esperando...

Oscurecia. De repente un auto bastante ruidoso, con música horrorosa, se detuvo en seco delante de nosotras (2). Haciendo que sus pasajeros se lastimaran de inmediato.
 
  - ¡¡¡Eso dolió!!! Más que cuando ella se desvaneció (3). Tsss!! Tengan mas cuidado!! Aquí me bajo...

Él salio del auto. Entre risas y sobando su cabeza. Se acercó a mi:
 
  - ¿No te haz ido? Creo que yo caminare. Me queda bastante cerca. Deberías hacer lo mismo.

Nos encontrábamos en un lugar algo elevado. Con vista a un largo y extenso boulevard. Sin señales del autobús. Él fue a despedirse de sus amigos, en eso rápidamente , me escabulli. Mi casa quedaba a media hora a pie. Rumbo al horizonte. Las calles estaban vacías, el viento movía los árboles y los obligaba a dejar caer sus hojas, como en otoño. Los últimos rayos de sol hacian vibrar el verde de sus copas.
Por alguna extraña razón, comenze a cantar. Solo para mi. La lluvia de hojas era tan tentadora que bailaba y giraba, intentando alcanzar las ramas apenas con la yema de mis dedos.
Un crujido. Hojas secas quebrandose. Detrás de mi, él estaba ahí. Con la sonria a medias, en su mejilla derecha y las manos aún en los bolsillos. Una risa nasal:

  - ¿Que rayos crees que haces?

  Tenía tiempo siguendome, más bien, tomamos el mismo rumbo y no me había dado cuenta...
Caminamos juntos un rato. Hablabamos. No recuerdo de qué exactamente. Pocos minutos después, llegó a su destino. Se detuvo frente a una oficina en ruinas.

  - ¿Quieres pasar?
Con una risa nerviosa y preocupada, respondí:
  - ¿Eh? No lo sé. Un rato, supongo...
  - Bien. Pero, no me hago responsable de lo que suceda ahi dentro...

Me miró. Muy serio. Y yo, con cara de espanto, tragué saliba y asenti con la cabeza. Entrar en lugar como ese, con alguien que pronuncie aquello, es de pensarse. No lo hice. Luego de atravesar aquellos escombros, lo entendí: detrás de aquel viejo edificio, habia una jungla. Árboles plantas pequeñas, flores de varias especies y colores, ocultaban una hermosa casa tradicional (4).
Cruze la puerta principal, me topé con un comedor gigante de madera, me topé con su familia:

  - ¡Ya llegué Ma!

Su madre, en la cocina. Su padre a la mesa, comia la cena. Charlaba con sus hijos: Dos gemelos, los mayores. Le seguía Él en edad menor, luego sus hijas de 12 y 8 años aproximadamente.

  - Buenas... Tardes...

Alze mi mano nerviosamente, no habían notado mi presencia. Su expresión: impresión.

  - Muy buenas tardes señorita, un placer. Pero sientese, este ni modales tiene, ¿le gustaría cenar?

Con un gesto de risa molesta, Él sacó una silla de debajo de la mesa y me la ofreció de forma cortés. Se sentó a mi lado. Su cena ya servida, un abundante caldillo y bastante pan a un lado, comenzaron a ser devorados por su hambre. Habia tenido un pesado y largo dia de clases. Hablaba con su padre, mientras sus hermanos se dedicaban a burlarse de el por mi sorpresiva visita. Yo reia. En verdad, no me importaba. Eso me parecía, una familia ejemplar.

  - Me parece ridículo que ella quiera pasar dos horas esperando y luego dos horas más viajando en autobús.

  Engullia algo de pan, con la boca llena, continuaba:

  - Deberías caminar. Te queda a 20 minutos tu casa. ¡Podrían pasar millones de años y ella seguiría ahi!

Más pan.

  - Probablemente el algún otro universo, eres un dinosaurio de millones de años esperando un camión que nunca llegó...

Estatus: a punto de golpearlo en la cabeza... Probablemente, castigada por llegar tarde a casa...

(1).-Profesora, ¿de qué? Ni idea. Nunca me agradó tomar esa vocación.
(2).- Probablemente era música reggaetón. La odio.
(3).- Parece una referencia a un golpe en la cabeza que sufrí hace un par de meses.
(4).-En mi país, México. Tal vez agregue un ejemplo después.

viernes, 16 de junio de 2017

Sueño #020 : Reloj humano

   " Ahí estábamos. Mirándonos el uno al otro en un silencio pensante representado en mi expresión facial. Mi pregunta era obvia, pero el momento la exigía.
  - ¿En verdad eres un genio?
  - Si.
  - ¿Mi propio genio?
  - Si.
  -¿ Puedo desear lo que quiera?
  - Si...

Lo estaba fastidiando. Puso sus manos en sus brillantes caderas cubiertas por lentejuelas. Sus ropas, daban risa. Todo un genio de lámpara mágica genérico:

  -Y... ¿Puedo desear ... lo que sea?
  - ¬¬
  - Bueno. No tendrás una absurda lis- apareció una lista tamaño carta en mi mano -ta llena de restricciones...
 - ¿Una qué?
 - ¬¬
 - ¬w¬

Leí cada columna. Cada línea. Arriba y abajo. Muchas cláusulas. Cosas como: "Un genio no puede crear materia sin una base equivalente", "Si deseas riquezas, deberás el infortunio aceptar", "Todo tiene una ley de acción y reacción". Me explicó que para cada persona hay reglas distintas, dependiendo de sus necesidades y deseos internos.
   Su voz comenzó a sentirse en la lejanía. Mis ojos se clavaron en esa hoja. Una línea en un apartado especial de "deseos sencillos de cumplir". Su nombre estaba ahi. El, de nuevo. Perdida en el negro de esas escrituras, vaga e instintivamente, pensé: " Desearía que el estuviese aquí".

  - ¡¡¡Ya sé!!! Sé que deseo pedir.
  - Bien. Dímelo ya.

   Unió sus manos en un aplauso bastante sonoro. Estaba listo y ansioso.

  - Deseo que él...

   Desperté. Los gritos de lucha y llanto de los mini humanos en mi sala canceló mi deseo. Hora de levantarse".


   Querido lector, aún no aprendo de la vida. Me sigue resultando difícil dejar ir a las personas a mi alrededor. Me hace sentir temor. Pero, ¿de qué? ¿Soledad? ¿Olvido? Tantos años viviendo esa repetitiva historia, con personajes diferentes, excepto el principal. Tantas cosas aprendidas con marcas de impulso de idiotes. Todos pasamos por ello. De alguna manera, me cansé. Siempre termina siendo culpa mía. Pero esta vez, es diferente. Poco común. Hay raíces por doquier.
   "Tonta, la vida sigue", dirías...

lunes, 15 de mayo de 2017

Sueño #019: Error de cálculo

  "Mucho frío. Apenas soportable para mí. Un frío encantador para los vacacionistas. Era de esperarse encontrar a los huéspedes con grandes abrigos y cabezas cubiertas con tejidos. Vasos humeantes con el café de la tarde.
  El gran hotel se ubicaba a orillas del mar. Básicamente, era un muelle lujoso. Rodeado de montañas nevadas. Mi trabajo era simple, pero importante: remodelar el balcón principal de la planta baja. Un diseño simple que debía repararse pronto. El mar agitado en plena tormenta lo habia tragado por completo.
  Un día tras otro, fallé. Cada vez que construía, mi avance se derrumbaba. Me encerraba en mi habitación, pensaba, diseñaba, borraba, bebía, comía, volvía a los tablones de madera y el agua salada a mis botas.
  Después de trabajar un poco, salí a respirar un momento. A caminar y mojar mis pies descalzos. Era agradable, a pesar de ese clima hostil. Podía ver las rocas bajo el agua tan claramente. El mar abierto en el estrecho. Montañas que casi podían tocarse. El crepúsculo creaba un cielo rosado con toques de dorado en las inmóviles nubes.
 Regresé al hotel. Crucé por el vestíbulo con mis manos en los bolsillos. Noté que habia personas conocidas para mi. Per, parecían no reconocerme. Lo ignore. Seguí paseando. Volví al trabajo. Por ultima vez. La última. Lo logré...
 Terminé el balcón. Nada mejor que un buen café para celebrar. Escuchaba el oleaje, una hermosa vista al horizonte, las personas alegremente conversando. Un grupo de chicos algo escandalosos, celebraban.
  A la tarde siguiente, fui al área de cafetería ubicadaen un pequeño rincón del hotel, cerca de mi área de trabajo. Sobre el mar. Otra bella vista a las montañas.
  Una voz conocida. Detrás de mi. Me hizo estremecer. Un abrigo y un gorro negro que resaltaban elegantemente entre la multitud. De nuevo, fui víctima de lo inesperado:

   - ¿Qué haces aquí?
   - Mis amigos. Me trajeron a este lugar por mi cumpleaños. Anoche estábamos bebiendo. Era un escándalo...
   - Es muy bello aquí.

  Fijé la mirada en el horizonte mientras decía aquello. Pero algo me hizo mirarlo a El. Me rodeó con sus brazos, dejando los míos sobre su pecho. Dejándome inmóvil. Su barba crecida a medias, resaltaba aquel gesto. Ese que no cambia. Ese que no puedo olvidar, jamás: su sonrisa.

   - Lo curioso de esto es que, al final, la sorprendida fuiste tú...
   - ¿Eh...?

  Me besó".

  No se cuántas veces más seguirá sucediendo. No me disgusta o me molesta. Sólo puedo decir qué, no hay nada más alla de esto.  Él es importante para mi. Es todo.

  Querido lector, necesito vacaciones. Estoy muy cansada...
  

jueves, 20 de abril de 2017

Sueño #018: Duda

Estaba en mi casa.  Mis padres tenian que salir pero yo no quería quedarme. Les decia que tenia miedo. Encendi todas las luces de la casa. Pero una se apagaba sola. Les dije que había algo ahi. Pero me ignoraron y se fueron. Me sente a esperarlos. Fui a mi cuarto y cuando volvi, un amigo estaba sentado en la sala. Pense que habia entrado sin hacer ruido para sorprenderme. Nos pusimos a jugar cartas en unas sillas, junto a la pared. Detras de mi estaba el cuarto donde se apagaba la luz y frente a nosotros, un televisor. Veia el reflejo de la luz para saber que no pasaba nada. Todo iba bien. Hasta que comenze a ganar. Nunca habia jugado yu-gi. Mire la tele y la luz se habia apagado. Cerre los ojos un momento. Mire la tele de nuevo, note que estaba jugando sola. Comenze a sentir fria mi espalda, no quería voltear. Una voz algo morbida me dijo: "Sabes, yo tambien tengo miedo...".

 Desperté.

lunes, 10 de abril de 2017

Sueño #017: Efecto

 "Mi familia había decidido adelantar nuestras vacaciones. Pero yo no estaba deacuerdo. A nadie le gusta tropezar con paredes de concreto lado a lado. Compras y restaurantes caros. Lo consideraba realmente aburrido. La ciudad era lo que menos esperaba. Alquilamos departamentos cerca del ventro. Guardamos ahi nuestras pertenencias y subimos de nuevo al auto. Negro. Con cristales oscuros. Menos libertad...
 Cerca de ahí, al frente, oficinas. Detrás xde los departamentos, vías de ferrocarril. En contra esquina, a la derecha, una tienda de autoservicio bastante conocida.
  Cabizbaja y sin esperanzas de divertirme, veia la alfombra en el piso de el auto. Una sensación de inquietud me invadió por completo. Levante la mirada y gire mi cabeza en dirección a esa tienda. Un nudo en la garganta, mis ojos bien abiertos, mi corazón algo alterado y mi cara de asombro, reflejados en el cristal: El estaba ahí...
   Intentaba cruzar la calle. A juzgar por el vaso de café en su mano, habia salido de aquella tienda. Hacía frío. Una mochila en hombro y una sudadera negra.
 Mientras el auto salia del estacionamiento en reversa, casi involuntariamente, comenze a golpear el cristal con las palmas de mis manos. Desesperación combinada con una enorme dosis de adrenalina. En mi cabeza, muy fuerte gritaba: "¡¡¡¿Qué rayos haces aquí?!!!, ¡¡¡¿Por qué?!!!". El tiempo casi se congelaba. Él no podía verme, pero veía el auto casi como su supiera lo que ocurría. El tiempo regresó. El auto se alejaba pero yo continuaba con la mirada clavada en aquella intersección. Podia observarlo. Tomó su teléfono celular y con una sonrisa, siguió su camino.
  Algo sorprendida y triste, volví a mi  asiento. A seguir viendo esa alfombra. Entonces mi teléfono, timbro. Un mensaje: "Me quede dormido en casa de una amiga. Compré café. Ire a mi departamento a dormir un rato". "

miércoles, 25 de enero de 2017

Sueño #016: Chica perdida

 Todo ocurrió la misma noche. Todo esta ligado, sigo siendo yo, la misma ciudad, los mismos lazos. Me parece demasiado para tan poco tiempo.

  01

 "Desde hace semanas paseaba por el centro de la ciudad buscando un lugar en alquiler. Mi meta de tener un negocio fijo estaba por avanzar. Encontré uno. Pequeño, pero no estaba mal. Una gran ventana y una puerta de aluminio con cristal. Perfecto. Pero, seguía en uso. No sabía que era exactamente pero su música, sonaba bastante fuerte. Un gran letrero de "Se Renta" contrastaba con aquel púrpura con machas rojas en las paredes. Me decidí a entrar y preguntar. Al momento que yo empuje la puerta, otra chica también lo hizo. Inmediatamente la miré, ella era bastante familiar. Ella de nuevo, en mi sueño:

- Hey! ¿Que tu no eres Al...?
- Emmm no. No se de quien habla.
- Pero...
- ¿Viene a comprar? ¿A preguntar sobre el lugar?

 Estaba sorprendida. En verdad. Pero le hice caso. Y ahí, paradas afuera en la banqueta, e pregunte sobre el sitio. Ella no dejaba de sonreír. Me distraje un poco viendo a un peaton en bicicleta y de la nada, ella desapareció.

                                                                           02

   "La plaza central de la universidad estaba repleta de personas. Entusiasmados por el ultimo combate del Torneo de tae kwon do. La gran final. Para lo que tanto había trabajado y esforzado. Subir escalones. Saludos. Separarme de mi entrenador. Posición de ataque. Mi oponente, una chica. Rubia, algo alta. La desconocía. Como si las batallas anteriores hubiesen sido borradas de mi memoria. Solo eramos las dos y la multitud. Me sentía bastante confiada. Tanto que, fallé. Quería ese punto en su costado. Mi rapidez era la adecuada, igual mi fuerza. Lancé una patada lateral, con tanta emoción, con tanta rapidez, con tanto dolor... Mi pierna flexionada se acalambró unos instantes. Ella tuvo tiempo de apartarse y yo, demasiado tarde, di unos saltos. Estando aún en posición, estire mi pierna y golpee un anuncio de cartón, fuera del cuadrilátero. La campana resonó en mis oídos, había perdido la batalla... Felicité a mi contrincante, tome algo de agua embotella. Rodee la multitud. La persona que amo se encontraba entre ellos, me miró mientras yo continuaba caminando. Por alguna razón, me sentía molesta con él. Dejé que me siguiera mientras me dirigía al campo de baseball. Lejos de todos. Nos detuvimos en una banca, me abrazó, me besó, me felicitó. Rápido. Se recostó en la banca y se quedo dormido. Típico en él.
 Me senté a su lado. Era agradable sentir el pasto en mis pies, me senti realmente agotada (1).
Poco a poco, el alboroto se apagaba. "


lunes, 16 de enero de 2017

Sueño #015: Guerra

 "Después de pasar horas caminando en un desierto, beber orina de cocodrilo y convivir con mayordomos asesinos, hubo un parpadeo. Y mucha, bastante luz.
 20 pisos. Me encontraba en el ultimo piso de un edificio. Parecía area de mantenimiento. Aves, no habia ventanas, solo 4 pilares, una pared con una puerta de "Salida". Tejado. Mire a mis alrededores. Estaba en medio de una calurosa y caótica ciudad. Helicópteros, explosiones, metralletas, soldados, personas huyendo, personas peleando.

¡¡¡Trazzzz!!!

Un cuaderno fue dejado de forma brusca en mi pupitre. Ahora, en el mismo edificio, estaba el rodeada de alumnos en sus asientos. Una profesora explicandome la clase, molesta por no prestar atención.

- ¡¡¡Deben esforzarse!!! ¡¡¡Por esa razón estan aquí!!! Son lo peor de lo peor.

 Giré la vista a mi izquierda. Un pupitre en medio de todo. Rodeado a distancia de los demás, estaba él. Tan despreocupado. Sentado como si fuese un fideo húmedo y sin forma. Aflojerado. Cada vez que lo miraba, se encontraba de forma distinta. Su cabeza sostenida por sus brazos, acostado boca arriba con su espalda torcida. O de pie, recargado en el barandal viendo la guerra con tanto aburrimiento... Poco a poco  se fue desvaneciendo el sonido del barullo de la clase. Casi a nada.

Parpadeo. Silencio. No había profesora, ni alumnos, ni pupitres. Me recargue a espaldas de aquella pared, a su lado. Ahí nos quedamos, cada quien mirando en direcciones diferentes. Escuchando como los de abajo, luchaban por ganar el derecho a sus derechos, la jungla convertida en infierno..."


Querido lector, creo que mi subconsciente intenta decirme algo...

sábado, 7 de enero de 2017

Sueño #014: Interior

  "¿Cuantos años no pasaron? Muchos, parecían, demasiados. Encerrados en esa habitación, parecía no importarnos nada más. La luz del sol nos daba calidez. Ningún sonido del exterior, solo nosotros. Me dejaste sobre la cama tan suavemente. Traía puesto un sueter holgado y tejido, ropa interior dulce. Podías ver el rosado de mis piernas, flexionadas entre sábanas azules.
  Estaba tan feliz que parecía que había bebido demasiado. Sonrisas dulces, abrazos cálidos. Estando tú sobre mi, con tus brazos estirados, temblorosos, puse mi mano en tu mejilla. Té miré. Mire tu interior. Vi tu corazón. Otra sonrisa.
  ¿Por qué a pesar de estar nerviosos, nos invadía un calor inexplicable? ¿Por qué no podía resistirme? Un beso. Sus cálidos labios. Un largo beso. Un beso que nos hizo tocar la luna. Alborotando a las mariposas en nuestros estómagos. Alimentando nuestro pensar y nuestro sentir de confianza y egoísmo. De amor. 
Nariz con nariz. Sonrisa con sonrisa, otro beso. Muchos besos. No quería que terminara. Jamás. Podría jurar que, nos conocíamos de toda la vida."


Querido lector. No se en que estoy pensando.